Montar a nuestros caballos a veces puede ser una tarea ingrata: especialmente cuando cabalgamos bajo la lluvia y el barro o la nieve.
La montura tiende a ensuciarse y hay que limpiarla regularmente para que el cuero se mantenga suave y en buen estado. Tu montura debe limpiarse al menos un par de veces a la semana con agua, jabón y aceite especiales para cuero.
Si eres un amante de la hípica, este artículo no te dejará indiferente. La limpieza de la montura de tu caballo es algo que favorece tanto a la comodidad del jinete como a la salud y el estado físico del caballo, ya que previene infecciones.
Aquí veremos los mejores consejos para limpiar toda tu montura.
Materiales necesarios para la limpieza de la montura
Antes de empezar a limpiar la montura de tu caballo, es necesario tener preparado nuestro material de limpieza. Es conveniente guardar todos los productos de limpieza juntos, y en un lugar en el que los animales no tengan acceso para evitar intoxicaciones.
Para limpiar la montura de un caballo es necesaria una esponja, un cubo o barreño con agua tibia, jabón para cuero, un trapo o bayeta seca, otra húmeda, un cepillo de cerdas suaves y un abrillantador o grasa para la piel.
Cómo limpiar el cuero del caballo
Los artículos de cuero están continuamente expuestos al sudor, la suciedad y la humedad y por ello es muy importante realizar un mantenimiento de cuero todos los días para que este no se desgaste y sea más duradero.
A continuación, vamos a darte las claves para limpiar el cuero de la montura de tu caballo para que este material de hípica te dure lo máximo posible.
El cuero debe limpiarse con un trapo húmedo, al igual que el material sintético, frotando bien en todas las partes que están en contacto directo con el caballo y quitando toda la humedad y sudor presente en el cuero.
Una vez limpio, añade jaboncillo a un trapo para nutrir el cuero y dejarlo brillante. Frota un poco hasta que salga espuma blanca y reparte el producto por toda la pieza
Déjalo secar y con eso debería ser suficiente, pero si está muy seco, podemos ponerle algún producto hidratante.
Limpia los correajes de tu montura
- Pon jaboncillo por los latiguillos y lo dejaremos secar sin aclarar, ya que este jaboncillo crea una capa que evita que penetre el polvo y la suciedad, facilitando su próxima limpieza. El jabón no sólo se usa para limpiar, se usa para aportar grasa. Es una loción no un limpiador.
- Aplica aceite para cuero con la ayuda de una brocha, empapando bien para que se impregne por todas partes e insistiendo en las vueltas que rodean las hebillas y déjalo secar a la sombra.
Partes metálicas y telas de tu montura
- Todo el material metálico corre el riesgo de generar óxido que puede dañar no sólo el elemento metálico en concreto, sino también las partes que “rozan” con él. Para evitar su deterioro, resulta recomendable lavarlos con un paño que previamente habremos empañado en un producto específico para la limpieza de metales.
- Por otro lado, las telas deberán cepillarse una vez estén bien secas. En el caso de que estén muy sucias, se lavarán con agua templada y se dejarán secar siempre al aire libre. De cualquier manera, conviene que revises siempre los consejos de cuidado indicados por el fabricante en el etiquetado de cada producto.